3 estrategias para tomar decisiones mejores y más informadas

Como humanos, tendemos a interpretar la información de manera que confirme nuestras creencias existentes y sirva a nuestros propios intereses. En situaciones en las que no hay claridad, a menudo hacemos suposiciones que sirven para reforzar nuestro ego y nuestra autoestima. Interpretamos selectivamente la información para apoyar nuestra propia posición e ignoramos o rechazamos la información que contradice nuestros puntos de vista. Esto se conoce como el sesgo egoísta y puede conducir a una toma de decisiones subóptima o incluso contribuir al conflicto porque nos atrincheramos más en nuestras propias posiciones y estamos menos dispuestos a considerar perspectivas alternativas. El autor sugiere tres estrategias para ayudarlo a combatir este sesgo: 2) Piense en sus decisiones anteriores. y 3) Busque información que desafíe sus suposiciones.

Hace unos años, asesoré a un equipo de ventas cuyo trabajo consistía en hacer llamadas en frío. Los miembros del equipo a menudo atribuyen las ventas exitosas a su propia habilidad y experiencia, mientras que cualquier falla se debe a factores externos, como malas oportunidades de venta o un mal momento. Este es solo uno de los muchos ejemplos que se me ocurren a partir de mi experiencia trabajando con líderes en organizaciones e industrias que demuestran sesgos humanos comunes.

El sesgo egoísta es la tendencia a interpretar información que confirma nuestras creencias existentes y sirve a nuestros propios intereses. En situaciones en las que no hay claridad, a menudo hacemos suposiciones que sirven para reforzar nuestro ego y nuestra autoestima. Interpretamos selectivamente la información para apoyar nuestra propia posición e ignoramos o rechazamos la información que contradice nuestros puntos de vista. De hecho, mirar los datos en el ejemplo anterior mostró que la tasa de conversión del equipo fue mucho más baja de lo que esperaba el equipo. Cuando se les presentaron estos datos, algunos miembros del equipo se mostraron a la defensiva y no estaban dispuestos a aceptar la realidad de la situación.

El sesgo egoísta puede conducir a una toma de decisiones subóptima o incluso contribuir al conflicto, ya que nos atrincheramos más en nuestras propias posiciones y estamos menos dispuestos a considerar perspectivas alternativas. Esto, a su vez, puede dificultar la colaboración en soluciones a problemas complejos.

Aquí le mostramos cómo combatir el sesgo egoísta y tomar decisiones mejores y más duraderas.

Considere la fuente de información en la que confía.

Hacerlo probablemente hará que reconsidere los datos en los que confía para tomar sus decisiones. Como escribí en mi libro DistraídoUna vez trabajé con una cadena minorista que intentaba motivar a sus empleados. Confundidos después de varios intentos fallidos, finalmente vieron resultados prometedores cuando introdujeron pautas claras de desempeño, objetivos de ventas y bonificaciones mensuales. La productividad aumentó, la mayoría de los empleados lograron sus objetivos y los gerentes comenzaron a utilizar estos resultados positivos en las evaluaciones de desempeño de los empleados.

Pero luego de una inspección más cercana, la gerencia de la compañía notó una tendencia preocupante. Los empleados alcanzaron sus objetivos de ventas principalmente en la última semana de cada mes, y hubo un aumento en los rendimientos la semana posterior al pago de la bonificación. Esencialmente, según las nuevas pautas, los empleados comprarían mercadería a granel hacia fin de mes para cumplir con sus objetivos y la devolverían inmediatamente después de recibir su bonificación. Los gerentes evaluaron a sus empleados con base en información incompleta sobre su comportamiento y desempeño.

Al considerar la fuente de información en la que confía, puede estar más seguro de que está utilizando información relevante para sopesar los pensamientos y acciones de los demás, así como los suyos, al decidir los próximos pasos.

Piense de manera contrafactual sobre decisiones pasadas que haya tomado.

El pensamiento contrario lo invita a considerar diferentes cursos de acción que podría haber tomado para comprender mejor los factores que influyeron en sus elecciones. Por ejemplo, si no cumplió con una gran fecha límite en un proyecto de trabajo, puede pensar en cómo trabajar más duro, pedir ayuda o revisar la fecha límite podría haber afectado el resultado. Esta reflexión puede ayudarlo a comprender qué factores desempeñaron un papel importante en su proceso de toma de decisiones, como evaluar el desempeño y la oportunidad del proyecto, e identificar los cambios que quizás desee realizar en el futuro. Las decisiones.

película de 1998 Puertas corredizas ofrece un excelente ejemplo de cómo el pensamiento contrafactual puede ayudarnos a comprender las fuerzas que dan forma a nuestras decisiones. La película explora dos historias alternativas de la protagonista, Helen (interpretada por Gwyneth Paltrow), en función de si toma un tren subterráneo que se aproxima o lo pierde. A medida que observamos las dos tramas, obtenemos una idea de los diferentes factores que influyen en las elecciones de vida de Helen.

Del mismo modo, participar en el pensamiento contrafáctico puede ayudarlo a pensar en las elecciones que toma, lo que lo ayuda a expandir su enfoque para considerar múltiples marcos de referencia más allá del resultado actual. Este tipo de reflexión lo alienta a tener en cuenta diferentes perspectivas y llegar a una visión más equilibrada de sus elecciones. Al pensar al revés, puede asegurarse de que está viendo los datos de una manera más imparcial.

Desafía tus suposiciones.

También puede combatir el sesgo egoísta buscando activamente información que desafíe sus creencias y suposiciones. Esto puede ser incómodo porque puede amenazar su identidad y visión del mundo, pero es un paso clave para crear una perspectiva más matizada e informada.

Una forma de hacerlo es presentarte intencionalmente con diferentes perspectivas para ampliar tu comprensión del problema. Tomemos como ejemplo al director ejecutivo de Microsoft, Satya Nadella. Cuando asumió el cargo en 2014, se dio cuenta de que el enfoque de la empresa en Windows y Office estaba limitando el potencial de crecimiento. La empresa no solo necesitaba una nueva estrategia, sino que se dio cuenta de que la cultura también necesitaba evolucionar.

Para expandir los horizontes de la compañía, Nadella buscó talento de diversos orígenes e industrias que trajeron consigo diversas perspectivas. También alentó a los empleados de Microsoft a experimentar y tomar riesgos, incluso si eso significaba fallar en el camino. Al presentar a propósito diversas perspectivas y nuevas ideas para él y su equipo, Nadella pudo transformar a Microsoft en una empresa más innovadora y centrada en el cliente con un enfoque renovado en la computación en la nube y la inteligencia artificial.

La investigación ha encontrado que las personas que buscan activamente información que desafíe sus ideas preconcebidas pueden actualizar mejor sus creencias en respuesta a nueva evidencia. Al buscar activamente diferentes perspectivas y evidencia, puede superar las limitaciones del sesgo egoísta y tomar decisiones más informadas.

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Ser presa del sesgo egoísta solo significa que somos humanos. Superar tales sesgos en nuestro trabajo y vida no solo es esencial para tomar mejores decisiones, sino que también es muy posible. Podemos tomar decisiones mejores y más informadas y desbloquear todo nuestro potencial en el lugar de trabajo y más allá si practicamos regularmente las tres estrategias anteriores.

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